12 de marzo de 2022
En el marco del Acto Oficial por el Día Internacional de la Mujer, la presidencia del Concejo Deliberante en conjunto con la Comisión de Género y Diversidad reconoció a diez mujeres del Partido de Olavarría por su compromiso en distintas áreas de la comunidad.
En esta nueva edición de los premios el Compromiso con la Vida espiritual y Religiosa fue para Silvina Barili. La galardonada recibió su estatuilla de manos de los concejales Telma Cazot y Nicolás Marinangeli.
Silvina es nacida en la ciudad de Rauch, hace años está radicada en Olavarría. Comenzó a colaborar en 2015 con la catequesis de la Escuela Estrada, aportando su música a todas las celebraciones, para luego formar parte del coro y de la comunidad de jóvenes como colaboradora primero y como coordinadora en el 2016, junto con otros integrantes de la Comunidad de Jóvenes de Cenáculo de la Parroquia San Vicente.
Desde este espacio, no sólo se organizan los retiros para jóvenes, sino también se los acompaña en todo tipo de actividades sociales y solidarias que ellos van proponiendo: en el Hogar de Ancianos San Vicente de Paul, en distintos barrios de la ciudad, en eventos, entre otros.
Desde 2017 se desempeña como catequista de la Escuela Estrada del nivel inicial, incluyendo en la planificación escolar actividades como “La Murga de todos los Santos”. Ya en 2019 queda a cargo de la coordinación de la Pastoral de catequesis de la escuela.
En pandemia, su trabajo y creatividad fueron prioritarios para llegar a cada hogar de los estudiantes, realizando contenido con títeres, utilizando las herramientas que brinda internet, grabando canciones junto a sus alumnos para luego ser transmitidas en la misa virtual que realizaba el Padre Estanislao.
Además de su trabajo como catequista, durante la pandemia estuvo abocada a la realización de colectas para dar respuestas a las distintas necesidades de su comunidad.
Ella siempre afirma que a su trabajo no lo considera como tal, sino que es una misión que la hace feliz y que le permite llegar a muchísimos niños y enseñarles catequesis de un modo alegre, contagioso, donde la música y la guitarra hacen que esa tarea sea más fácil.